La revista de los profesionales del césped deportivo

Steven Thomas-head groundsman Hibernian football club-Edimburgo, Escocia

Soy Steven Thomas, jefe de campo del Hibernian Football Club, ubicado en Edimburgo, Escocia. Llevo casi 20 años involucrado en la industria del césped, combinando experiencia práctica con formación académica. Aunque hoy soy un apasionado y comprometido profesional del césped, mi entrada a este mundo fue, curiosamente, por accidente.

Todo comenzó en 2006, cuando obtuve un empleo temporal de verano en el departamento de mantenimiento de áreas verdes de mi club de golf local, el Newbattle Golf Club. En aquel momento no tenía idea del potencial de esta industria, ni de la complejidad o amplitud del trabajo. Era un joven sin experiencia ni conocimientos reales del oficio, pero rápidamente me enamoré de la profesión: la variedad del trabajo, el entorno al aire libre, la combinación de ciencia, arte, mecánica y naturaleza..., todo me cautivó desde el primer momento.

A pesar de que al inicio de las prácticas me informaron que no había posibilidad de un puesto a tiempo completo, ya tenía claro que esta era la industria en la que quería desarrollarme profesionalmente. Poco después, me puse en contacto con el campus de Oatridge College para informarme sobre cursos que me permitieran obtener una formación teórica que complementara lo que estaba aprendiendo en el campo. Así, comencé un Certificado Nacional en Greenkeeping, cursado a tiempo completo durante un año académico.

Nunca imaginé volver a un aula después de terminar la educación secundaria, pero la experiencia inicial fue tan inspiradora que supe que ese era el camino correcto. En la universidad descubrí la verdadera profundidad del mundo del césped: fue un impacto al sistema, pero uno positivo. Me sorprendió la diversidad de temas y habilidades necesarias para avanzar profesionalmente, y terminé aquella etapa con una nueva perspectiva y muchas ganas de seguir creciendo.

Al completar mi certificación, comencé a buscar activamente un puesto de tiempo completo. Fue entonces cuando vi un anuncio del Prestonfield Golf Club en el periódico local. En lugar de enviar una carta, decidí llamar directamente al jefe de Greenkeepers. Después de una breve conversación, me invitaron a una jornada de prueba, al final de la cual me ofrecieron un puesto como aprendiz moderno. Esto incluía volver a la universidad durante los meses de invierno para completar un SVQ Nivel 3 en Mantenimiento de Césped Deportivo.

Ahora, casi 18 años después, reconozco lo fundamental que fue ese momento para mi carrera, aunque en ese entonces no alcanzaba a comprender su importancia. Pasé nueve años y medio en Prestonfield, donde adquirí habilidades y conocimientos clave, tanto personales como profesionales. Participé en numerosos proyectos de construcción, desde la creación de greens con especificación USGA, hasta obras de renovación de búnkers y sistemas de drenaje tipo espina de arenque en calles completas. Aprendí lecciones valiosas tanto en momentos difíciles como en épocas de éxito.

Cada paso en mi carrera me ha formado como el profesional que soy hoy, y sigo con la misma pasión y dedicación del primer día.

A medida que pasaban los años y sentía que mi crecimiento profesional se estancaba, tomé la iniciativa de avanzar por mi cuenta. Sabía que, si quería seguir subiendo peldaños hacia un puesto de gestión, debía ampliar mis conocimientos, experiencia y red de contactos. Estoy profundamente agradecido por las habilidades y aprendizajes adquiridos durante mi etapa de formación, ya que fueron fundamentales para convertirme en un adulto autosuficiente. Sin embargo, la vida implica tomar decisiones por el bien común, incluso cuando implican salir de la zona de confort.

Siguiendo mi instinto, postulé a un puesto en otro club de golf local, lo que me llevó a unirme al equipo del Gogarburn Golf Club. Allí pasé dos años muy enriquecedores, formando parte de un equipo pequeño, pero altamente unido. Fue una etapa que me permitió adquirir habilidades valiosas y transferibles, además de fortalecer mi currículum y alcanzar nuevas metas personales y profesionales.

Hibernian football club-Edimburgo, Escocia

Más adelante, un amigo del sector me comentó sobre una posible vacante en el Broomieknowe Golf Club. No perdí tiempo y me puse en contacto directamente con el jefe de greenkeepers del club, quien me invitó a una charla informal en la cocina de su casa, ubicada en el propio campo. Al final de esa conversación me dijo que yo era la persona indicada para el puesto, y acepté con entusiasmo. Así comenzó mi etapa en Broomieknowe en abril de 2019.

Desde el primer día me sentí muy a gusto con el equipo y el entorno de trabajo. Sin embargo, poco sabíamos que el mundo estaba a punto de enfrentarse a una pandemia global. Cuando llegó el confinamiento por la COVID-19, el club tomó la decisión de permitir que el personal de mantenimiento siguiera trabajando bajo estrictas medidas de distanciamiento. Personalmente, esta fue una gran oportunidad para mantenerme activo, cuidar mi salud física y mental, y conservar algo de normalidad en tiempos tan inciertos. Conozco a muchas personas que sufrieron las consecuencias emocionales del encierro, así que valoro profundamente haber podido continuar haciendo lo que amo cada día.

Durante el confinamiento, mantuvimos el campo en condiciones impecables, sin marcas ni desgaste alguno. Paradójicamente, uno de los momentos más difíciles fue ver el regreso de los jugadores al campo que habíamos mantenido en un estado casi perfecto durante la inactividad. Sin embargo, esa apertura también trajo consigo algo mucho más importante: el retorno de las personas a la naturaleza, el ejercicio, y el contacto humano después de un periodo tan sombrío. El golf se volvió más popular que nunca, con una gran demanda diaria, lo que nos exigía mantener altos estándares bajo presión constante. Pero en el fondo sabíamos que estábamos contribuyendo al bienestar de muchas personas.

Todas estas experiencias me fortalecieron profesionalmente y me enseñaron a afrontar desafíos complejos, resolver problemas en tiempo real y mantener la calma en situaciones de presión. Sentía que avanzaba rápidamente hacia los objetivos que siempre había tenido en mente.

Hibernian football club-Edimburgo, Escocia

En agosto de 2021, decidí postularme al puesto de subjefe de greenkeeper en el Prestonfield Golf Club, el mismo lugar donde comenzó mi aprendizaje. Siempre guardé un afecto especial por ese club, tanto por las oportunidades profesionales que me brindó como por los recuerdos que atesoro. En ese momento, el club estaba atravesando un proceso de reconstrucción tras el impacto de la pandemia, con un equipo completamente nuevo y el objetivo claro de recuperar los estándares y la reputación que alguna vez tuvo.

Mi conocimiento previo del club y mi motivación para contribuir a su renacimiento quedaron reflejados en la entrevista, y fue un honor haber sido elegido para regresar, ahora en un rol de liderazgo. Fue un momento muy especial: cerrar el círculo y volver al lugar donde todo comenzó, pero esta vez desde una posición de responsabilidad.

Durante mis primeros seis meses en el club, trabajé con un campo de fibresand con más de 20 años de antigüedad, el cual resultó ser una superficie muy difícil de manejar en el día a día. Fue uno de los motivos por los que llegué a cuestionarme si había tomado la decisión correcta al unirme al club. La gestión del campo era extremadamente complicada, ya que parecía tener tres zonas distintas dentro de una misma superficie.

Tuve que micro gestionar cuidadosamente áreas específicas de manera diferente a otras para intentar mantener una superficie consistente, tanto en rendimiento como en aspecto. Al principio, me costó adaptarme y centrarme realmente en qué funcionaba y qué no. Tenía que estar constantemente pendiente de la aireación y asegurarme de que la filtración fuera siempre una prioridad en cada partido.

Había días en los que con solo 5-10 mm de lluvia, el campo retenía agua, y otros en los que con la misma cantidad, los niveles de humedad eran exactamente los deseados. Debido al contenido de fibresand, el terreno también tendía a endurecerse con facilidad, por lo que la aireación ayudaba a mantener una firmeza adecuada para los días de partido.

En la temporada baja, al reinyectar fibras en el campo existente, fue fundamental diluir la cantidad de fibresand utilizando un perfil 70/30 de arena y suelo vegetal. Esto garantizaba que los niveles no fueran demasiado altos, evitando así que el campo se endureciera en exceso y se convirtiera en un riesgo para la seguridad de los jugadores.

Además, incorporamos bandas de arena a un metro de distancia para asegurar una buena capacidad de drenaje subsuperficial y tasas de filtración adecuadas. Gracias a ello, ahora podemos evacuar entre 200 y 300 mm de agua por hora en condiciones óptimas. También es mucho más sencillo trabajar con los ciclos de aireación y mantener niveles de firmeza adecuados, gracias a la composición más equilibrada del perfil del suelo.

Gestionar esta versión renovada del campo es mucho más fácil y menos estresante, lo que hace que la preparación y recuperación de los días de partido sea una experiencia mucho más satisfactoria y agradable.

Hibernian football club-Edimburgo, Escocia

La temporada en Prestonfield fue sumamente exitosa. Trabajamos para establecer nuevos estándares de presentación, etiqueta y calidad del campo, lo cual fue muy valorado tanto por los socios como por visitantes. Este fue mi primer gran desafío en un puesto de gestión, y aunque supuso un cambio importante, lo llevé con confianza gracias al apoyo de mi superior, una persona tranquila y serena, de quien aprendí muchísimo en poco tiempo. Su enfoque me ayudó a crecer aún más como profesional y a consolidar mi visión de liderazgo en el mundo del césped deportivo.

De niño, sin rumbo claro a subjefe de jardinería en un club profesional, mi trayectoria ha sido un viaje de compromiso, resiliencia y superación personal.

Durante mi etapa como subjefe de greenkeepers, fui increíblemente afortunado de haber sido seleccionado para formar parte de la clase FTMI 2022 (Future Turf Managers Initiative). Esta experiencia me enseñó habilidades fundamentales que van mucho más allá de lo que una formación universitaria convencional ofrece: gestión de presupuestos, liderazgo de equipos, salud mental en el lugar de trabajo y herramientas prácticas para la gestión del día a día. Fue una plataforma transformadora que me brindó herramientas invaluables que sigo utilizando.

Impulsado por esa confianza renovada, decidí postularme para un viaje educativo único: la Delegación Bernhard 2023 en Orlando. De entre cientos de aspirantes de todo el Reino Unido, fui uno de los 10 profesionales seleccionados para viajar a Estados Unidos durante 10 días, donde participé en seminarios de alto nivel, visité instalaciones de renombre mundial y creé conexiones duraderas. Estas dos experiencias marcaron un antes y un después en mi desarrollo profesional, y siempre estaré agradecido de haber formado parte de ellas.

Desde pequeño, el deporte ha sido una constante en mi vida. Disfrutaba del golf ocasionalmente, pero mi verdadera pasión era el fútbol. Jugaba todos los días, en cualquier momento libre, y soñaba con convertirme en futbolista, especialmente para mi club de toda la vida: Hibernian Football Club. Con el tiempo, acepté que ese sueño no se haría realidad sobre el terreno de juego, pero lo que no sabía era que la vida me tenía preparado otro camino hacia el club que siempre he amado.

Recuerdo que cuando era aprendiz en Prestonfield, ya con un creciente interés por el mundo del césped deportivo, comenté ingenuamente que algún día me encantaría trabajar para Hibernian. Era una idea lejana, un sueño ambicioso... hasta que, en octubre de 2022, recibí múltiples notificaciones en redes sociales de amigos y familiares: Hibernian buscaba un jefe de jardinería. Este era el momento que había estado esperando durante años.

Aunque me cuestioné si estaba preparado, no podía dejar pasar la oportunidad. Envié mi CV, me entrevistaron y tuve la oportunidad de contar mi historia y mi sueño. Un par de semanas después, recibí la llamada que jamás olvidaré: me ofrecieron el puesto. Acepté con una mezcla de emoción, orgullo y una enorme gratitud. Estaba a punto de trabajar para el club que sigo desde antes de poder caminar, haciendo lo que amo.

El inicio fue desafiante. Adaptarme al entorno cerrado de un estadio, trabajar solo, y enfrentar los rigores del invierno escocés fue todo un reto. Me culpaba por no poder vencer a la naturaleza cuando la hierba simplemente no crecía. Pero con el tiempo, entendí que la paciencia y el realismo eran clave. A medida que me asentaba, recordé que esto era todo lo que siempre quise y que tenía la determinación para hacerlo bien.

Desde el primer momento, he contado con el respaldo total del club y de su jerarquía. Presenté propuestas para renovar equipamiento, actualizar sistemas y mejorar la calidad de la superficie, y el club confió en mi juicio. Logramos adquirir un cortacésped de cilindros eléctrico de última generación, reemplazando una máquina de gasolina de 14 años, alineándonos con la estrategia de sostenibilidad del club. También conseguimos la incorporación de una capa híbrida SIS sobre nuestra antigua superficie de tierra/arena, una renovación del tanque principal de riego y la mejora del sistema con control remoto.

Todo esto sucedió en mi primer año completo en el cargo, y fueron pasos significativos hacia el desarrollo continuo. El club ya ha planteado la reconstrucción total del campo en un plazo de cinco años, un proyecto que ya estoy planificando en colaboración con colegas de confianza de la industria. También estoy trabajando en una “lista de deseos” técnica con miras al futuro, donde espero convertirme en el jefe de jardinería del centro de entrenamiento del club. Ya he manifestado este objetivo a la dirección, y estoy listo para dar ese paso cuando llegue el momento adecuado.

La temporada más reciente fue, sin duda, la más gratificante hasta ahora. Junto con mi asistente y un pequeño pero dedicado grupo de voluntarios que nos apoyan durante los partidos, conseguimos ofrecer una de las superficies más consistentes que los aficionados, jugadores y entrenadores recuerdan. Ese esfuerzo ayudó al equipo a terminar tercero en la liga y clasificarse para competición europea, un logro enorme para todos.

Pero el momento más surrealista llegó cuando me invitaron como orador principal a la cumbre TurfTech 2025 en Basilea, Suiza. Que un profesional del césped de Escocia, que empezó como aprendiz sin rumbo, sea invitado a compartir su historia en un escenario internacional, es algo que me llena de orgullo. Nunca imaginé tener impacto más allá de mi club, y ahora incluso escribiré un artículo para una revista especializada que llegará a lectores de todo el mundo.

Hablar en público nunca fue mi punto fuerte, pero uno de los mejores consejos que he recibido en mi carrera fue: “Aprende a sentirte cómodo estando incómodo”. Crecer implica aceptar desafíos, hacer cosas que te incomodan y estar dispuesto a ir más allá de lo conocido. Porque uno nunca sabe qué oportunidades pueden surgir ni cuándo llegarán.

Hoy, estoy viviendo mi sueño. Trabajo para el club que amo, hago lo que me apasiona y sé que aún queda mucho por lograr. Si mi historia puede inspirar a una sola persona a seguir su camino en esta industria, entonces todo habrá valido la pena.

Estoy deseando conocer a otros profesionales del césped en la cumbre de septiembre. Si alguien se lleva algo útil de mis palabras o mi experiencia, entonces mi tiempo, esfuerzo y trayectoria tendrán un nuevo propósito: inspirar a la próxima generación de apasionados por esta profesión.

“Sunshine on Leith-el himno del Hibernian tomado de la zona donde el Hibernian juega sus partidos en casa, escrito y cantado por dos seguidores muy famosos del Hibernian: The Proclaimers”