La revista de los profesionales del césped deportivo

Por Marcela Muñoz MSc. Turf Business Manager BION beyond Nutrition.

Naturalmente verde STYMBION IRON - Estimula y acompleja

En nuestra profesión es muy común recibir comentarios y demandas sobre cómo debe lucir y jugar nuestro campo, se quiere más sano, más verde, más corto, más rápido, más jugable, más uniforme y muchos más.

Una de las herramientas que nos ha ayudado a lograr muchos de esos “más” y prácticamente nunca falta en campos deportivos, es el hierro. Pero ¿Cómo poder utilizarlo de manera más eficiente siendo más respetuosos con el medio ambiente?

 

Características generales del hierro. El hierro es uno de los 16 elementos que necesita una planta de césped para crecer y se considera un micronutriente, aunque sus funciones y beneficios a nivel fisiológico tengan visibles repercusiones.  Por ser parte de proteínas y enzimas que tienen un rol fundamental, como por ejemplo en la síntesis de clorofila, el hierro es conocido por mejorar el color y el crecimiento, disminuir los daños por enfermedad y mejorar resistencia a  estrés por heladas en  Bermuda, entre otros.

El hierro es de los elementos más abundantes en la tierra. Sin embargo, aunque esté presente en el suelo de manera natural o se aplique de manera externa a este (como por ejemplo con fertilizante granular) no siempre está disponible para la planta y sus raíces. Dependiendo de las características del suelo, el hierro puede quedar ”bloqueado o atado” ,por ejemplo si el pH es muy alcalino, hay poco espacio poroso o el suelo está saturado de agua.

Adicionalmente, el hierro presenta una baja movilidad en la planta una vez que penetra los tejidos vegetales. Esta movilidad viene influida negativamente por varios factores, como son por ejemplo un alto contenido en P, la deficiencia de K, una cantidad excesiva de Mn, la presencia de bicarbonato en el medio radicular (por ejemplo, por el tipo de agua de riego) o una baja intensidad lumínica (muy común en estadios de futbol), entre otros.

Por lo tanto, muchas veces la deficiencia o ineficacia en la aplicación de Fe no es debida a la falta del mineral sino a su reducida movilidad dentro de la planta, por lo que el hierro se acumula en las hojas más viejas y su carencia se manifiesta en los brotes y las hojas nuevas (en contraste con la deficiencia por N).

En conclusión, para una eficaz aplicación de hierro necesitamos que éste quede disponible en el suelo para la planta y que a su vez se mueva de manera eficiente dentro de esta. Teniendo en cuenta que la respuesta del césped a las aplicaciones de hierro dependerá de la dosis utilizada y su forma, del crecimiento y de la sensibilidad del cultivar, y de las características del suelo en caso de aplicarse a este.

Fuentes y quelatos. El aporte de sales inorgánicas de Fe, tales como el sulfato ferroso (FeSO4), el sulfato férrico [Fe2(SO4)3] o el nitrato férrico [Fe(NO)] tienen una eficacia limitada ya que fácilmente el hierro es convertido a formas insolubles y no llega a ser absorbido por la planta. Para solventar este problema se suele recurrir al empleo de quelatos de hierro. Un quelato en palabras simples es un compuesto químico constituido por una molécula orgánica que rodea y se enlaza por varios puntos a un ión metálico, de forma que evite su precipitación en forma de hidróxido insoluble.

Los quelatos de hierro utilizados comúnmente son compuestos sintéticos de alta estabilidad y eficacia, especialmente cuando se usan aplicados al suelo, pues protegen al metal del entorno y de cualquier acción exterior que favorecería su insolubilización. Sin embargo, su eficacia va a depender de su reactividad en el medio en que se apliquen y de la capacidad de la planta en tomar el elemento aportado, por lo que las aplicaciones foliares de quelatos son en general poco efectivas y no se ha descrito una relación clara entre la composición química del quelato y su eficacia.

Existen otras moléculas (lignosulfonatos, humatos, ácidos orgánicos y aminoácidos) que actúan como agentes complejantes del hierro y que tienen como objetivo mantener el elemento complejado en forma soluble. Su eficacia agronómica, sin embargo, no sólo depende de la capacidad de complejación del metal sino también de otros factores como su estabilidad, su reactividad y su influencia en el proceso de absorción y traslocación del nutriente por el interior de la planta.

Finalmente, entre los distintos complejantes actualmente comercializados, tenemos a los hidrolizados proteicos que son de origen natural y su biodegradación está totalmente asegurada, por lo que no causan ningún tipo de perjuicio medioambiental.

STYMBION IRON - Estimula y acompleja

Los aminoácidos y oligopéptidos de bajo peso molecular son agentes complejantes que de forma natural utilizan las plantas en la absorción y asimilación de elementos secundarios y microelementos. Así, moléculas con elevada capacidad de complejación del hierro como los sideróforos, fitosideróforos, y agentes quelantes EDTA o EDDHA son formados a partir de los aminoácidos naturales.

En Bion hemos desarrollado y lanzado al mercado recientemente una solución que toma en cuenta todos estos principios técnicos básicos y también la parte práctica. STYMBION IRON es un bioactivador que gracias a su formulación y contenido; previene y corrige la clorosis férrica, promueve una bioestimulación sobre la planta, aumenta la fotosíntesis y mejora la estética significativamente.

STYMBION IRON es una formulación que incorpora una importante cantidad de hierro complejado con L-α aminoácidos libres, péptidos y otros ácidos orgánicos de bajo peso molecular. Estas moléculas actúan como agentes complejantes reconocidos que, de forma natural, son utilizados por las plantas en la absorción y asimilación de elementos. Los aminoácidos aumentan la permeabilidad de las membranas celulares, con lo que la planta empieza inmediatamente a asimilar el nutriente que precisa y a reactivar rápidamente los procesos metabólicos alterados.

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En campos deportivos donde se busca una estética y eficacia agronómica de alto rendimiento, se hace imprescindible buscar productos altamente tecnificados que permitan una elevada y rápida absorción del fertilizante por parte de la planta, junto a una rápida translocación e incorporación a las actividades metabólicas. Con Stymbion Iron y su avanzada formulación esperamos aportar con una solución práctica garantizando una correcta biodisponibilidad de Fe y con el mínimo impacto al medio ambiente.

 

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