La revista de los profesionales del césped deportivo

El 13 de marzo de 2020 se disputó en Ipurua un SD Eibar – Real Madrid que, en aquel momento se sospechaba que podría ser el último encuentro de LaLiga 2019-20.

Poco después se produjo el confinamiento estricto en el que hubo hasta que contactar con las autoridades para que nuestra actividad fuese considerada esencial por el riesgo de muerte y deterioro irreversible del césped, y redactar documentos específicos para que los encargados de cuidar los terrenos de juego pudiesen acudir a sus puestos de trabajo, no dejando abandonado el césped durante 15 días.

 Pero desde antes; antes incluso de la declaración del primer estado de alarma y el primer confinamiento, a principios de marzo de 2020, LaLiga ya estaba trabajando en un protocolo que permitiese continuar con la competición garantizando las medidas sanitarias adecuadas para salvaguardar la salud y la seguridad de todos los implicados.

Todo ello se concretó en un protocolo de vuelta a los terrenos de juego cuya última versión constaba de un centenar de páginas y hubo de ser revisada palabra por palabra para asegurarse de que no contenía errores.

El jefe de Gabinete de Presidencia de LaLiga, Víctor Martín, en primer plano junto a sus compañeros Luis Gil y Jaime Blanco en la sede de LaLiga. Artífices últimos del protocolo de vuelta a la competición.

LaLiga se convirtió en un ejemplo con este protocolo y ha sido pionera en la introducción de figuras como la del inspector auxiliar [un técnico que procura el cumplimiento del protocolo en cada equipo] que luego se ha exportado a la NBA.

Pero no basta con redactar un documento; hay que aplicarlo, hacerlo cumplir. Y aquí entra la figura de los Directores de Partido, reconvertidos en Inspectores Auxiliares.

Cada uno de los miembros del equipo de 35 directores de partido tuvo que aprenderse a rajatabla un reglamento de centenares de páginas en apenas unas semanas y con la dificultad añadida de que todos estaban encerrados en casa.

Las plantillas tuvieron que realizar una mini pretemporada para volver a prepararse para la competición en un tiempo record.

Nadie duda que conseguir concluir la temporada 2019-2020 de LaLiga Santander y LaLiga Smartbank fue todo un éxito organizativo y de compromiso de todos los actores implicados.

Futbol sin público

Como detalles del citado protocolo, aparte de la formación de burbujas de convivencia, se pueden destacar:

  • Pruebas de antígenos casi diarias para jugadores, cuerpos técnicos y cualquier personal en contacto con ellos.
  • Desinfección y precintado de los estadios antes de cada partido, lo que hacía que, por ejemplo, los utilleros tuviesen que estar tres horas antes del partido para colocar las equipaciones en los vestuarios.
  • Dichos vestuarios no eran los tradicionales de cada estadio sino unos modulares proporcionados por LaLiga

 banquillos ampliados

Es indudable que ha supuesto cambios de costumbres, nuevas formas de actuación y cambios en la planificación de la preparación de partidos, como las horas necesarias para la calibración de la grada virtual que ha hecho que incluso algún campo haya debido ser segado y pintado el día anterior al encuentro; pero todos los esfuerzos se han visto recompensados y se ha conseguido llevar a cabo la competición, no sufrir un menoscabo significativo en los derechos audiovisuales y, de nuevo un gran éxito, sólo 4 suspensiones en los 884 partidos de LaLiga Santander y LaLiga Smartbank. En el lado negativo, la inconsistencia en los entrenamientos, las cuarentenas cada vez que se daba positivo, han supuesto un repunte de las lesiones en los jugadores.

Se han dado ejemplos de profesionalidad entre nuestros compañeros de profesión dignos de elogio, aunque no vamos a resaltar ninguno en concreto porque siempre nos dejaríamos alguno y a todos nos ha afectado en lo personal y lo profesional, en mayor o menor medida.

¿Y ahora qué? Ha concluido la temporada, está comenzando la vuelta de los espectadores a los estadios paulatinamente y todos deseamos que la próxima temporada comience con la máxima normalidad posible y sin más sustos. No sabemos cuantos cambios han venido para quedarse o cuanto tardaremos; pero no hay duda de que los esfuerzos de los equipos humanos implicados, conseguirán llegar a buen puerto, una vez más, la próxima temporada.