La enfermedad de la Bacterial Wilt, causada por la bacteria Xanthomonas translucens pv. poae, ha sido detectada en varios lugares, comenzando por múltiples campos de golf de Norte América y su registro científico data de 1917 (Jones et al 1917). Esta enfermedad ha sido objeto de investigación en varias universidades y centros de investigación, incluyendo la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Rhode Island. Además, se ha observado que la bacteria puede encontrarse en suelos de zonas radiculares y sistemas de césped en todo el mundo, lo que sugiere que es un organismo que se encuentra naturalmente en la mayoría de los suelos y sistemas de césped.
Agente causal
Xanthomonas translucens es una bacteria Gram-negativa que se sabe que causa Bacterial Wilt en el césped. La bacteria se clasifica como Xanthomonas translucens pv. poae y es responsable de causar síntomas como marchitez y necrosis foliar en el césped afectado.
Se encuentra principalmente en los greens de los campos de golf, donde el corte frecuente crea heridas en el césped, lo que proporciona un punto de entrada para que el patógeno cause enfermedades. La enfermedad es más frecuente durante el verano y puede provocar daños importantes al césped en condiciones óptimas para su desarrollo.
La bacteria ha sido objeto de investigaciones para identificar diferencias en la virulencia entre los aislados y comprender los factores que influyen en la gravedad de la enfermedad. A pesar de los esfuerzos, hasta la fecha no se han identificado cultivares de césped completamente resistentes, aunque ciertos cultivares, como Penncross y Penneagle, han mostrado una mayor resistencia al Bacterial Wilt.
Taxonómicamente, la bacteria Xanthomonas translucens pv. poae pertenece al filo Pseudomonadota, clase Gammaproteobacteria, orden Xanthomonadales, familia Xanthomonadaceae y género Xanthomonas.
Ciclo de vida
La bacteria puede diseminarse por heridas en las hojas a través del equipo de corte, lo que resulta en la rápida muerte de las plantas susceptibles. Una vez dentro de la planta, la bacteria causa daño mediante la actividad enzimática, la producción de toxinas y la obstrucción de los vasos del xilema, interrumpiendo el transporte de agua y causando la marchitez y eventual muerte de la planta.
La bacteria puede sobrevivir en los restos de plantas infectadas y se disemina a través del agua de lluvia o mecánicamente por los propios equipos de jardinería, como cortadoras de césped y mangueras.
El ciclo de vida de la bacteria se ve influenciado por factores ambientales como la humedad prolongada, suelos mal drenados y cambios estacionales, lo que puede aumentar la incidencia de la enfermedad.
Síntomas
La marchitez bacteriana en céspedes se manifiesta con una serie de síntomas característicos.
Inicialmente, se observan pequeñas manchas de color rojo-cobre, que aumentan de tamaño a medida que más plantas mueren. Además, se presentan manchas amarillas en las hojas, lesiones de color marrón oscuro, hojas de color verde oscuro y arrugadas, así como hojas alargadas de color amarillo. En el caso de céspedes de golf, pueden desarrollarse numerosas manchas pequeñas, tipo hoyuelos o moteadas, de aproximadamente 0.25-0.75 pulgadas (0.5-2 cm) de diámetro.

A medida que la enfermedad progresa, se observa un marchitamiento generalizado, con oscurecimiento y torsión de las hojas, y retroceso hasta la vaina de la hoja. No aparecen lesiones de aspecto empapado en agua en el tejido de la hoja, pero se observa una colonización extensiva de los vasos del xilema que interrumpe el movimiento del agua.

Uno de los signos distintivos de las enfermedades bacterianas en el césped es la observación de la corriente bacteriana desde los vasos del xilema, que se manifiesta como una exudación viscosa al cortar un tallo o raíz infectados. Además, la enfermedad puede causar la muerte de las plantas, formando manchas blancas o de color marrón en el césped. Los síntomas de la marchitez bacteriana pueden ser difíciles de diagnosticar en el campo y requieren de técnicas más avanzadas para confirmar la presencia de la enfermedad.

Condiciones que favorecen la enfermedad
Las condiciones que favorecen la aparición de la enfermedad de la marchitez bacteriana en el césped de campos de golf incluyen:
- Estrés del césped debido a prácticas de manejo intensivas:
- Alturas de corte muy bajas: Reducen la capacidad de las raíces para sostener la planta y recuperarse de daños.
- Baja fertilidad de nitrógeno: Limita el crecimiento y la salud general del césped, haciéndolo más susceptible a enfermedades.
- Prácticas de mantenimiento agresivas: Como la aireación frecuente y el verticutting, que pueden causar heridas y estrés adicional al césped.
- Estrés mecánico
- Áreas de alto tráfico: Como los greens de golf, donde el césped está sometido a un desgaste constante por el paso de jugadores y equipos de mantenimiento.
- Cortadoras de césped mal afiladas: El proceso de corte crea heridas en las hojas que sirven como puntos de entrada para las bacterias.
- Humedad: Facilita el movimiento de la bacteria a través del césped, ya que la humedad constante en el suelo y la superficie de las hojas favorece la proliferación bacteriana.
- Condiciones climáticas:
- Altas temperaturas: Promueven un ambiente propicio para la proliferación de la bacteria.

Especies más vulnerables
Las especies de césped más vulnerables a la enfermedad de la marchitez bacteriana son poa annua y el agrostis stolonifera. Estas especies son particularmente susceptibles a la infección por la bacteria Xanthomonas translucens pv. poae, que causa la enfermedad.
La bacteria entra en las plantas a través de heridas naturales o aberturas, lo que puede ocurrir en áreas de alto tráfico o sometidas a estrés mecánico, como los greens de golf. Además, la enfermedad tiende a ser más severa cuando las plantas están bajo estrés ambiental, como cortes de césped a baja altura, compactación del suelo y sombra, y cuando las temperaturas son altas. Por lo tanto, estas especies de césped son particularmente vulnerables a la enfermedad de Bacterial Wilt.
Control cultural
El control cultural de la marchitez bacteriana en céspedes implica una serie de estrategias para minimizar la propagación y el impacto de la enfermedad. Estas estrategias incluyen:
1. Ajuste de las prácticas de corte: Se recomienda realizar el corte del césped por la tarde, una vez que el césped esté seco, para desalentar la propagación de la bacteria en el césped húmedo. Se debe aumentar la altura de corte y reducir la frecuencia de corte.
2. Evitar prácticas abrasivas: Se deben evitar prácticas culturales abrasivas, como el corte vertical, el topdressing y la aireación, cuando la enfermedad está activa, ya que estas prácticas pueden crear heridas en las plantas que facilitan la entrada de la bacteria.
3. Selección de cultivares resistentes: El uso de cultivares resistentes, como Penncross o Penneagle.
4. Manejo del riego: Se recomienda minimizar la humedad en las hojas y evitar el riego excesivo y recurrente para reducir la propagación de la enfermedad.

Control químico
El control químico de la marchitez bacteriana en céspedes es un desafío debido a la limitada eficacia de los fungicidas contra los patógenos bacterianos. Sin embargo, ciertos fungicidas, como los inhibidores de la desmetilación y los productos que contienen acibenzolar-S-metilo, han demostrado ser efectivos cuando se aplican de manera preventiva para reducir la marchitez causada por patógenos bacterianos.
El hidróxido de cobre también ha mostrado eficacia en la reducción de patógenos bacterianos en las superficies de las plantas, aunque se han reportado preocupaciones sobre la fitotoxicidad con el uso frecuente en céspedes de corte cercano.
Además, no existen antibióticos etiquetados para el control de bacterias patógenas de plantas en céspedes, y su costo puede hacer que sean imprácticos para el manejo del césped. Por lo tanto, los ajustes en los programas de reguladores del crecimiento de las plantas y la aplicación preventiva de fungicidas son las opciones de control primarias para el manejo.
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